viernes, 3 de marzo de 2017

EL PLAN DE ALIMENTACIÓN DASH: Para controlar la presión arterial


 ¿Qué es el plan de alimentación DASH?

Investigaciones han demostrado que la alimentación afecta al desarrollo de la tensión/presión alta o hipertensión. Estudios realizados por el “National Heart, Lung, and Blood Institute” 

(Instituto nacional dedicado al estudio de enfermedades cardiovasculares) han revelado un nuevo plan de alimentación que ayuda a reducir la presión/tensión arterial en la misma proporción que ciertos medicamentos. Este plan de alimentación se llama DASH (que viene del inglés “Dietary Approaches to Stop Hipertension” y traducido significa “Consejos Dietéticos para Frenar la Hipertensión”). Sus resultados se pueden apreciar a las dos semanas de seguir este plan de alimentación. 


¿En qué se basa este plan?


Dicho plan se basa en un aumento de la cantidad de frutas, verduras y derivados lácteos de bajo contenido en grasa y en una reducción en la cantidad de sodio (sal) y grasas saturadas (grasas de origen animal). El plan DASH es rico en magnesio, potasio, calcio, proteínas y fibra. Se cree que la interacción de todos estos nutrientes ayuda a reducir la presión arterial.


¿Quién debe seguir este plan?


Este plan de alimentación es beneficioso para toda la familia (tanto adultos como niños), aunque personas diagnosticadas con tensión alta se benefician especialmente, pero en realidad cualquiera puede seguir este plan de alimentación saludable para el corazón. Si usted está tomando algún tipo de medicación para controlar su hipertensión, debe continuar tomando esa medicación aunque siga este plan de alimentación. A su vez seria conveniente que practicara ejercicio regularmente. Consulte con su doctor sobre la rutina de ejercicio que sería más conveniente para usted. 


¿Cuándo y cómo puedo comenzar este plan?


Lo mejor del plan DASH es que no se necesita gastar mucho dinero comprando alimentos poco habituales puesto que, todos los alimentos requeridos se pueden encontrar en cualquier mercado o tienda de alimentación. Tampoco es necesario hacer comidas especiales solamente para usted.


Consejos para Ayudar a Controlar la Presión/Tensión Alta:


  • Mantener un peso saludable. 
  • Ser activo físicamente. 
  • Dejar de fumar. 
  • Tomar medicamentos para la tensión alta como le mande su doctor. 
  • Beber alcohol con moderación. 
  • Seguir un plan alimenticio saludable, incluyendo comidas con baja cantidad de sal. 


Principios Generales para el plan de alimentación DASH:

  • Baja cantidad en grasa saturada, colesterol y grasa total 
  • Alta cantidad de frutas, vegetales y productos lácteos de bajo contenido en grasa 
  • Incluir cereales integrales 
  • Incluir carnes de pollo y pavo, pescados y frutos secos
  • Incluir alimentos ricos en magnesio, potasio, calcio, proteínas y fibra
  • Reducir la carne roja, dulces y bebidas azucaradas



Consejos para seguir el plan de alimentación DASH:

  • Para postre, cómase la mitad de una manzana en vez de una galleta dulce. 
  • Cómase una hamburguesa de chica. En vez de una grande.; Agréguele verduras extras a su hamburguesa. Evite la mayonesa. 
  • En vez de 5 oz. de pollo, cómase 2 oz. de pollo con 1 ½ taza de vegetales cocidos, fritos o crudos. Use poca cantidad de aceite vegetal.
  • Cómase 1/2 taza de yogurt de dieta en vez de una barra de chocolate. 
  • Use condimentos de bajo contenido en grasa o sin grasa. 
  • Si usa margarina regular, mayonesa o aderezo, use la mitad de la cantidad habitual. 
  • Use productos lácteos sin grasa o con poca cantidad de grasa. 
  • Limite alimentos con mucha azúcar añadida tales como dulces y refrescos. 
  • Coma frutas frescas. 
  • Meriendas saludables incluyen: frutas y verduras crudas, galletas saladas integrales, frutos secos sin sal y palitos de pan integral. 
  • Beba agua en vez de refrescos carbonados.


Consejos para Reducir la Sal y el Sodio:


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  • Escoja, siempre que pueda, comidas y condimentos con poca cantidad de sal. 
  • Compre vegetales frescos, congelados o enlatados sin sal añadida. 
  • Use aves frescas, pescados y carnes de corte delgado sin grasa, en vez de los tipos enlatados, ahumados o procesados. 
  • Escoja para el desayuno cereales con bajo contenido de sodio. 
  • Limite alimentos curados (tales como jamón y tocino), alimentos enlatados en agua salada (tales como pepinillos, encurtidos, etc.) y condimentos (tales como MSG, mostaza, rábano picante, salsa de tomate (ketchup). Limite también la salsa de soja y salsa teriyaki (pues ambas tienen alta cantidad de sal. Recuerde que, cuando use estos condimentos no tiene que añadir sal. 
  • Cuando cocine y en la mesa, déle gusto a la comida con hierbas, especias, limón, lima, vinagre o mezclas de condimentos sin sal. Comience reduciendo la cantidad de sal que habitualmente usa a la mitad. 
  • Cocine el arroz, la pasta y las legumbres con poca sal. Disminuya el consumo de arroz instantáneo y comidas precocinadas. 
  • Escoja comidas “ligeras” con bajo contenido en sal. Limite comidas congeladas, mezclas empaquetadas, sopas enlatadas y aderezos. 
  • Enjuague alimentos enlatados, tales como atún, para remover algo del sodio. 
  • Escoja frutas y verduras frescas en vez de aperitivos o “snacks”salados.

FUENTE:
http://www.wellnessproposals.com/nutrition/handouts/dash-diet
HEART DISEASE & STROKE PREVENTION PROGRAM
UTAH DEPARTAMEN OF HEALTH

jueves, 2 de marzo de 2017

MEDICAMENTOS COMUNES PARA HIPERTENSOS Y SUS EFECTOS SECUNDARIOS

La presión alta o hipertensión es una enfermedad que en Estados Unidos afecta a una de cada tres adultos, y está directamente relacionada con la edad. Al respecto, entre los 55 y 64 años, uno de cada dos hombres y mujeres la padece, mientras que entre los 65 y 74 años, el 64% de hombres y 71% de mujeres la sufre. También es importante saber que es más frecuente en diabéticos, obesos y personas con algún tipo de discapacidad.

El problema con la hipertensión es que pocas veces presenta síntomas, por lo que se calcula que dos de cada 10 personas que la padece, no lo sabe. Y es probablemente debido a esa traicionera característica que poco más de la mitad de todos los que sufren de presión alta, no la tienen controlada. Y entre los hispanos, los números son aún peores: según las estadísticas, casi siete de cada 10 de ellos no controlan adecuadamente su presión arterial elevada.


Los medicamentos más comunes y sus efectos secundarios


Con respecto a los medicamentos, estos pertenecen a diversas familias, cada una con un mecanismo de acción y efectos secundarios diferentes. A continuación, brevemente, describiremos cómo trabajan y los efectos secundarios de los principales grupos de medicamentos que se usan para controlar la presión alta.


1. Diuréticos:

Son medicamentos que trabajan a nivel de los riñones que hacen que aumente la eliminación de agua del organismo; al disminuir el volumen de líquido en la sangre, la presión arterial disminuye proporcionalmente. Estos medicamentos se usan generalmente en combinación con otro tipo de medicamentos y pertenecen a varias familias con diferentes efectos en el organismo.

Efectos secundarios:
En general, y esto explica la mayor parte de sus efectos secundarios, los diuréticos no solo favorecen la eliminación de agua sino también de diversos elementos como sodio y potasio, importantes en el mantenimiento de funciones musculares y nerviosas. Es por eso que calambres musculares y trastornos de la actividad eléctrica del corazón son efectos secundarios comunes entre quienes los toman.


2. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA).

La angiotensina es una sustancia que disminuye el calibre de las arterias, lo que ocasiona el aumento de la presión arterial. La angiotensina se produce gracias a la acción de una sustancia llamada enzima convertidora de angiotensina (ECA), por lo que un medicamento que inhiba esa enzima, provocará que se produzca menos angiotensina y se dilaten las arterias, con lo que se consigue disminuir la presión arterial. Algunos de estos medicamentos son el lisinopril, captopril, enalapril, benazepril, fosinopril, moexipril, perindopril, quinapril, ramipril y trandolapril.

Efectos secundarios:
Los más comunes son pérdida del gusto y tos seca  muy molesta.

3. Bloqueadores de receptores de angiotensina II (ARBs).

La angiotensina actúa al acoplarse a ciertos receptores específicos en las células de las paredes de las arterias por lo que si usamos un medicamento que bloquee esos receptores, la angiotensina no podrá actuar, y por tanto se evitará que suba la presión arterial. Algunos de estos medicamentos son losartan, valsartan, irbesartan, candesartan, eprosartan y telmisartan.

Efectos secundarios:
El principal efecto secundario es el mareo persistente. Al igual que los medicamentos anteriores, no se deben usar durante el embarazo por ser muy tóxicos para el feto.

4. Bloqueadores beta.

Estos medicamentos actúan sobre el corazón y hacen que se contraiga con menos fuerza y menor frecuencia, por lo que disminuyen la presión arterial. Dos beta bloqueadores populares son el metoprolol y el atenolol.

Efectos secundarios: 
Insomnio, pies y manos frías, depresión, cansancio, latidos lentos del corazón (bradicardia), síntomas de asma y disfunción eréctil.

5. Bloqueadores de los canales de calcio.

Para que los músculos del corazón y las arterias se contraigan es necesario que el calcio de la sangre penetre a las células. Si se impide que ese calcio ingrese a la célula, el músculo se relaja y la presión arterial disminuye. Algunos medicamentos de este grupo son amlodipino, bepridil, diltiazem, felodipino, isradipino, nicardipino, nifedipino, nisolpidino y verapamilo.

Efectos secundarios:
Los más comunes incluyen palpitaciones, estreñimiento, hinchazón (inflamación) de los tobillos, dolores de cabeza y mareos.

6. Bloqueadores alfa.

Estos medicamentos relajan el músculo de las arterias, con lo que disminuyen la presión arterial. Algunos ejemplos son doxazosin, prazosin y terazosin.

Efectos secundarios:
Los más comunes son latidos muy rápidos del corazón (taquicardia), mareos y disminución de la presión arterial al ponerse súbitamente de pie (hipotensión ortostática), lo que a su vez provoca mareos e inestabilidad para permanecer de pie.


7. Vasodilatadores.
Estos medicamentos bajan la presión al relajar directamente los músculos de las arterias más pequeñas del cuerpo (arteriolas) y se usan generalmente en casos resistentes a otros medicamentos. Algunos ejemplos son hydralazine y minoxidil.

Efectos secundarios:
Pueden causar dolor de cabeza, retención de líquidos y palpitaciones.


3 pilares que hay que tener en cuenta para tratar la hipertensión


Muchos pacientes con presión alta necesitan uno o más medicamentos, y el profesional médico es el que determina la mejor combinación de medicamentos para cada paciente.
Es importante recordar que el tratamiento con medicamentos es solo uno de los tres pilares para el control de la presión alta. Los otros dos son consejería nutricional para iniciar y mantener una alimentación saludable y el desarrollo de un programa de actividad física diaria por el resto de la vida.




FUENTE:

http://www.aarp.org/espanol/salud/expertos0/elmer-huerta/info-2014/efectos-secundarios-medicamentos-presion-arterial.2.html

miércoles, 1 de marzo de 2017

LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL Y EL CONSUMO DE ALCOHOL


Beber alcohol no es malo siempre y cuando lo hagamos con moderación. Aunque si padeces hipertensión debes hacerlo con más cuidado, ya que estas bebidas en exceso pueden ser una bomba para tu corazón.
Pero no todo es malo, pues se ha demostrado que en las personas con hipertensión, pequeñas cantidades de alcohol no aumentan considerablemente la presión arterial e incluso, la bebida con moderación puede reducir el riesgo de ataques cardíacos y aumenta la producción de colesterol “bueno” (lipoproteínas de alta densidad o LAD).

Pero los problemas empiezan cuando bebes desmedidamente ya que el alcohol puede aumentar la presión e interferir con tus medicinas. Bajo esta situación tienes más posibilidades de padecer ataques cardíacos.


Bebe con moderación


Beber con responsabilidad es algo que tanto las personas sanas como quienes padecen hipertensión deben llevar a cabo. Las bebidas alcohólicas contienen diversas cantidades de etanol, por lo que mientras más etanol contiene, más fuerte es la bebida.

De acuerdo con el Sistema Mexicano de Alimentos Equivalentes, se establece que las cantidades sugeridas para el vino tinto (en personas sanas) no deben pasar de las dos copas; de igual forma la cantidad de cerveza no debe sobrepasar los 60 ml, es decir un tarro o una lata. Asimismo, si decides tomar tequila, procura no ingerir más de 55 ml.

Si padeces hipertensión, estas cantidades deben reducirse a la mitad, aunque recuerda que siempre debes consultar a tu médico para que te dé una mejor opinión y decida de acuerdo con tu estado de salud si puedes tomar o es mejor que evites las bebidas alcohólicas.


Alcohol y presión arterial: una relación nada recomendable


Por el momento existen varias teorías que tratan de explicar de qué manera el exceso de alcohol aumenta la presión arterial, pues este proceso es desconocido. Se cree que el alcohol precipita la liberación de la hormona epinefrina (adrenalina) que contrae los vasos sanguíneos. Reducir el consumo de alcohol puede disminuir la presión arterial.

Toma en cuenta que si bebes en exceso necesitas disminuir tus cantidades de alcohol y existe una buena razón: la gente que consume demasiado alcohol generalmente no obtiene los nutrientes adecuados que ayudan a controlar la presión arterial como potasio, calcio y magnesio. La gente que consume medicamentos para controlar la presión arterial y limita el uso de alcohol tiende también a ser más cuidadoso en tomar sus medicinas. Pero quienes están influidos por el alcohol, pueden olvidar tomar sus medicinas o las toman de forma incorrecta.


Alcohol y medicinas para la hipertensión


Consumir alcohol con moderación no es malo, pero si controlas tu hipertensión arterial con medicamentos debes ser muy cuidadoso en la manera en que lo haces. Tu médico puede orientarte al respecto al decirte cómo y cuándo puedes consumir este tipo de bebidas, pues el alcohol puede interferir con la eficacia de algunos de tus medicamentos y provocar efectos secundarios.





Un ejemplo es que al mezclar alcohol con un betabloqueador, que relaja los vasos sanguíneos y disminuye la frecuencia cardíaca, puedes sentirte mareado, especialmente si hace calor o si te pones de pie rápidamente. En caso de que esto suceda, siéntate, toma un poco de agua y espera a que pase el efecto.


Aprende a escuchar a tu cuerpo. Si después de tomar una o dos copas de alcohol te sientes muy mareado o deprimido, acude con tu médico para que te diga cuánto puedes tomar con seguridad y cuándo, o bien, si lo mejor es evitarlo de por vida.

FUENTE: 
Referencia informativa: Guía de la Clínica Mayo sobre hipertensión, Trillas, 2001, México, D.F., pp. 102-104; Clínica Mayo, Mi solución para un corazón saludable, Trillas, 2009, p. 41; Romin, Dra., Todo sobre hipertensión arterial, Colección Saber de Salud, Dos Tintas Editores, Buenos Aires, Argentina