Hipertensión
arterial
La
presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias
para llevar el oxígeno y los nutrientes a todos los órganos del cuerpo. La
presión arterial se mide en números y los valores se expresan en milímetros de
mercurio (mm Hg). La medición de la presión arterial incluye el registro de dos
valores: la presión arterial máxima o sistólica y la presión arterial mínima o
diastólica. Las cifras normales en adultos son de 120 mm Hg para la
"máxima" y 80 mm Hg para la "mínima". Se dice que existe
hipertensión arterial cuando estas cifras exceden 140 mm Hg o 90 mm Hg,
respectivamente. La hipertensión arterial es una condición que perjudica la
salud de todas las personas, jóvenes y adultos, varones y mujeres. Sin embargo,
las embarazadas constituyen un grupo especial de riesgo ya que la hipertensión,
en esta etapa, pone en riesgo la vida de la mamá y la del bebé.
Para
tener en cuenta
Ø La necesidad de
recibir tratamiento con medicamentos y qué tipo de medicamento se debe indicar
será evaluada en conjunto por el médico obstetra y el médico
clínico/cardiólogo.
Ø En general se
recomienda reposo relativo.
Ø No es recomendable
disminuir el contenido de sal en la dieta excepto en aquellas mujeres en
quienes desde antes del embarazo una dieta sin sal contribuía al control de su
presión arterial.
Ø El alcohol y el
tabaco deben evitarse así como el ejercicio aeróbico.
Hipertensión crónica
Si
se trata de mujeres con historia de hipertensión previa al embarazo es
fundamental la consulta previa a la concepción. Cuando la hipertensión arterial
se descubre en la primera mitad del embarazo se considera como previa al mismo,
o sea hipertensión arterial crónica. Como la presión arterial usualmente
disminuye durante ésta etapa, a muchas mujeres que ya eran hipertensas antes el
embarazo se les normaliza espontáneamente la presión arterial, y el médico
puede llegar a suspenderles transitoriamente la medicación que venían
recibiendo. Si se presenta después de los 42 días del parto, el médico
implementará el mismo tratamiento que para cualquier persona con hipertensión
arterial crónica. La hipertensión arterial debería estar controlada antes de
concebir un embarazo. En caso contrario es preferible postergar el embarazo
hasta lograr un aceptable control de la hipertensión arterial.
Hipertensión gestacional
Es
la que se presenta después de la semana 20 de gestación, en una embarazada que
no era hipertensa previamente. Si las cifras de presión arterial igualan o
superan 160/100 mm Hg se considera que el cuadro es grave y se trata como la
preeclampsia. En estas pacientes no está indicada la interrupción del embarazo
excepto que el cuadro clínico empeore o se presente alguna complicación que lo
justifique.
Preeclampsia-eclampsia
La
preeclampsia se presenta en la segunda mitad del embarazo y se define por la
presencia de hipertensión arterial y aparición de proteínas en el análisis de
orina lo cual indica compromiso (deterioro) de la función del riñón. Leer
Signos y síntomas de la preeclampsia Esta complicación representa un riesgo
para la madre y el niño, quien puede producir retraso de crecimiento por
alteraciones en la placenta y sufrimiento fetal.
Quiénes están
en mayor riesgo de desarrollar preeclampsia
Se
encuentran en esta situación las mujeres con
Ø Antecedentes
familiares de preeclampsia
Ø Antecedentes
personales de hipertensión crónica, enfermedad renal, diabetes, lupus
eritematoso sistémico
Ø Embarazo múltiple
Ø Menos de 20 años de
edad o más de 35
Ø Peso superior al
normal
Ø Antecedentes
personales de preeclampsia antes de las 32 semanas de gestación
Ø Enfermedades del
embarazo como mola hidatiforme o hidropecía fetal
Qué hará su
médico en el caso de preeclampsia
Dado
que "la cura para la preeclampsia es el parto", si el feto es maduro
es muy probable que induzca el nacimiento. Si el feto aún no está maduro para
nacer se hace una valoración del estado general de la madre y el feto que se
repite cada dos días, cada semana o cada dos semanas hasta que el feto esté lo
suficientemente maduro y pueda inducirse el parto. Si la preeclampsia es leve
se indica reposo en cama, control de la PA con fármacos específicos y hacer una
dieta con más proteínas de lo normal. Si el caso es más grave y ha superado las
32 a 34 semanas, se puede inducir el parto ya que en esta etapa los bebés
prematuros suelen recuperarse bien. Sin embargo, antes de la inducción, el
médico probablemente indique un tratamiento con corticoides que ayudan a acelerar
la maduración de los pulmones fetales para reducir el riesgo de los problemas
respiratorios habituales de los bebés prematuros. En algunas ocasiones, la
presión arterial continúa aumentando a pesar del tratamiento, o estado de salud
se agrava poniendo en riesgo la vida de la futura mamá y la del bebé. Entonces
es necesario inducir el nacimiento aunque se trate de un nacimiento prematuro.
No tema, el médico sabe cuáles son los riesgos y los beneficios y la realidad
es que, en casos así a los bebés les conviene más estar en una sala de cuidados
intensivos que permanecer en el útero.
Cuál es el
riesgo de recurrencia de preeclampsia en futuros embarazos
El
riesgo de preeclampsia es mayor en las mujeres que ya la han padecido en
embarazos anteriores.
Se puede prevenir la preeclampsia
En
la actualidad no hay manera de prevenirla. Sin embargo, un buen control de la
presión arterial disminuye mucho el riesgo. En términos generales puede decirse
que en las embarazas que cumplen con los controles prenatales y las
indicaciones de su médico, la hipertensión arterial no provocará complicaciones
para ella ni para el feto
Fuente:
http://www.huffingtonpost.com/news/vida/
http://www.intermedicina.com/Avances/Ginecologia/AGO1.htm
https://www.babysitio.com/embarazo/hipertension-arterial-durante-el-embarazo#encuesta
https://www.ecured.cu/Hipertension_arterial_en_el_embarazo
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